Por Ignacio Muñoz Riquelme
En retail, casi todos hablan de “fidelización”, pero muchos programas de puntos siguen generando poco más que reportes bonitos y descuentos genéricos. Mientras tanto, los directorios presionan por resultados, y los equipos miran a la IA como una posible solución… sin tener claro dónde mueve realmente la aguja.
Escribí este blog con el objetivo de aterrizar una idea concreta: Salesforce Loyalty Management, combinado con IA y datos bien gobernados, puede ser un motor real de margen y frecuencia de compra para el retail latinoamericano, pero solo si se diseña desde la estrategia y no como otro “proyecto de marketing”.
El negocio de la lealtad en la región ya no es chico. Según ResearchAndMarkets, el mercado de programas de lealtad en Latinoamérica pasó de US$8,71 mil millones en 2023 a una proyección de US$9,72 mil millones en 2024 y alcanzaría US$14,11 mil millones en 2028, con una tasa compuesta de crecimiento anual de 9,8% entre 2024 y 2028.
Es decir: la región ya está invirtiendo fuerte en lealtad. Pero más presupuesto no significa más valor. Si la mayor parte de ese gasto se va en descuentos masivos, liability mal gestionado y campañas poco inteligentes, la “lealtad” termina siendo solo un costo comercial más.
Aquí es donde la IA se vuelve clave, no como buzzword, sino como pieza para decidir mejor: dónde invertir beneficios, qué clientes priorizar y qué comportamientos realmente queremos incentivar.
Los datos de comportamiento están dejando muy poco espacio para la intuición. De acuerdo con Euromonitor International, 58,7% de los latinoamericanos participa en programas de lealtad principalmente para recibir descuentos u ofertas y 46,1% lo hace para obtener productos gratuitos. A la vez, 45,1% declara que la principal barrera para seguir participando es que “toma demasiado tiempo ganar una recompensa”.
El mensaje es directo:
El problema se agrava porque, como señala también Euromonitor, muchos programas en la región se organizan alrededor de grandes retailers, son altamente transaccionales y ofrecen poca conexión emocional o personalización real.
Al mismo tiempo, las expectativas siguen subiendo. Según el artículo de Salesforce “What Are Customer Expectations, and How Have They Changed?” basado en su reporte “State of the Connected Customer”, 73% de los clientes espera una mejor personalización a medida que avanza la tecnología, 65% espera que las empresas se adapten a sus necesidades cambiantes, 61% siente que la mayoría de las empresas los trata como un número y 80% considera que la experiencia que entrega una empresa es tan importante como sus productos o servicios.
Traducción para retail: no alcanza con tener un club de puntos. Si el programa no se siente diseñado para la vida real del cliente, se vuelve invisible… incluso si el presupuesto es alto.
Salesforce no vende “un club de puntos”; vende una capa de lealtad apoyada sobre datos y CRM. En su página oficial de producto, Salesforce describe Loyalty Management como un componente de la plataforma Agentforce 360 (Customer 360) que permite ejecutar múltiples programas B2C y B2B en paralelo, para distintas marcas y segmentos, conectados a una vista única del cliente.
Según la documentación de Salesforce y Trailhead:
Para un retailer latinoamericano, esto implica tres ventajas concretas:
El punto no es solo “tener Salesforce”, sino usar esa arquitectura para dejar atrás los programas de lealtad aislados del negocio.
Cuando hablamos de IA en lealtad, no se trata de “un chatbot más”. Se trata de decisiones mejores y más finas a gran escala.
McKinsey, en su documento “What is personalization?”, muestra que la personalización bien implementada puede reducir los costos de adquisición de clientes hasta en 50%, incrementar los ingresos entre 5–15% y aumentar el ROI de marketing entre 10–30%, además de que las empresas de crecimiento más rápido obtienen en promedio 40% más de sus ingresos desde iniciativas de personalización que sus pares más lentos.
Salesforce, por su parte, posiciona Data 360 (antes Customer Data Platform) como la capa para unificar datos de cliente y activar insights con IA, permitiendo centralizar información y generar un perfil único que se puede usar en segmentos y campañas en toda la plataforma.
En conjunto, Salesforce Loyalty Management + Data 360 + Marketing Cloud permiten cosas como:
La IA no sustituye la estrategia; la hace ejecutable a nivel de millones de interacciones. Sin una buena definición de segmentos, reglas de negocio y objetivos claros, la IA solo automatiza el desorden.
En los proyectos reales donde se combinan Salesforce + programas de fidelización, se repiten patrones de riesgo muy claros:
Un programa de lealtad moderno exige algo poco glamoroso pero crítico: alinear marketing, TI, datos, operaciones y finanzas sobre un modelo común de valor cliente.
Para un retailer mediano o grande en Latinoamérica, un enfoque realista podría seguir este orden:
La tecnología permite iterar rápido; lo que no se puede improvisar es la lógica de negocio que hay detrás.
Desde la perspectiva de gobierno corporativo, las preguntas relevantes no son técnicas, sino estratégicas:
Si la respuesta honesta es “no sabemos” o “todavía no”, probablemente la prioridad no sea “otro piloto de IA”, sino alinear modelo operativo, datos y plataforma de lealtad.
Los datos son claros:
La brecha no es de tecnología; es de diseño y ejecución. Salesforce Loyalty Management, junto con Data 360 y capacidades de IA, ofrece una base sólida para cerrar esa brecha, siempre que el programa se diseñe como una palanca de negocio y no solo como un beneficio de marketing.
Para equipos de retail en Chile y Latinoamérica, el desafío real no es “adoptar IA”, sino decidir qué significa, en números y en gobernanza, tener un programa de lealtad que aporte rentabilidad y no solo costo.
Si tu organización está en el punto donde el programa de lealtad “existe”, pero no está claro cuánto valor genera ni cómo escalarlo con IA, es un buen momento para revisar:
En ACL, en alianza con plataformas como Salesforce, trabajamos precisamente en ese cruce entre negocio, datos e implementación tecnológica, con foco en retail y servicios financieros en Latinoamérica. La conversación correcta no parte en “qué modelo de IA usamos”, sino en qué impacto de negocio queremos medir y sostener. Conversemos.